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lunes, 5 de mayo de 2014

Cadena de valor en salud

El sistema de salud es un sistema de intermediación compleja de transacciones que tiende a agregar valor para los pacientes. En esta entrada vamos a tratar de comentar como los procesos pueden confundirnos a la hora de medir resultados en salud. Comencemos con un ejemplo simple. En el dibujo de la izquierda vemos a un paciente que contrata un financiador (seguro de salud u obra social). Vale aclarar que en el caso del sistema público de atención esta erogación de dinero es el pago de impuestos y el financiador es el estado nacional, pero a los fines didacticos es el mismo esquema.



La historia se cuenta de la siguiente forma, un día esta persona decide consultar a un médico por cefalea, el médico le solicita una tomografía, lo vuelve a ver y le indica que vaya a una farmacia por un medicamento. 

En cada uno de estos eslabones de la cadena de valor el financiador (o el estado) va dejando sumas crecientes de dinero que constituyen el gasto en salud. Esto constituye el esquema básico de la cadena de valor para la salud. 

Cada uno de los eslabones de la cadena esta inserto en el mercado de la salud que siempre está regulado por el estado y por la misma competencia de mercado. 
¿Cuál es la verdadera oportunidad de agregar valor?

Las organizaciones de salud dentro del sistema de salud buscan ser eficientes, y muchas veces en la búsqueda de esa eficiencia se olvidan de los pacientes. 
Perseguir una reducción en los costos no siempre redunda en agregar valor al paciente y es más, puede generar nuevas demandas en el sistema de salud y en el largo plazo producir graves ineficiencias. 
La eficiencia operativa (procesos eficientes) tienden a mejorar la productividad y así el beneficio económico, pero siempre con el límite que nos impone mantener una adecuada calidad de servicio de manera de garantizar estrategias de largo plazo.

¿Y cuando se trata del sistema público?

En el sistema público funciona de manera parecida pero con la ventaja que los servicios ofrecidos son regulados por el estado que cumple el rol de financiador. En este caso una mala administración del gasto en salud sumado a ineficiencias en el cobro de impuestos pueden afectar las cuentas públicas a producir lo que se conoce como deficit fiscal. Es aquí donde la regulación del ingreso de nuevas tecnologías deben ser analizadas en cuanto a su costo/eficiencia.

Un proveedor de servicios "curioso" !




Los médicos en el sistema de salud son los que ordenan las compras que van a ser financiadas por los financiadores. Cuando el paciente de este ejemplo consulta al doctor este le está generando una orden para comprar una tomografía. Esto es un poco curioso! Ningún descubrimiento pero en los sistemas privados esto se torna un  poco peligroso porque muchos profesionales no conocen el costo de las prestaciones y la sobrecarga de gasto que significa tomar malas decisiones en salud. Por supuesto que no debemos generalizar y muchos médicos hacemos un uso jucioso de los recursos, pero esto no siempre sucede. 

Mientras medimos resutados.... nos confundimos !

La eficiencia operativa y el beneficio (ROI) de las organizaciones suele confundirse con los resultados en salud. El éxito económico de una organización de salud no siempre agrega valor para el paciente. Es por eso que la suma de todo el valor creado en la cadena debe relacionarse con el resultado en salud a la hora de medir el impacto del sistema de salud. Otra manera de decir lo mismo es Resultado en salud por cada $ gastado.



por Ariel Lanza

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